La relación entre anemia y alimentación

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Desde que empezamos a escribir en este blog, hemos tratado infinidad de temas relacionados con la salud y la alimentación. Hemos hablado de la relación entre la depresión y la alimentación, de los beneficios de los frutos secos e, incluso, de alimentación consciente. La alimentación juega un papel clave en nuestra vida a un nivel tan profundo que muchos de nosotros no somos realmente conscientes de su repercusión. De hecho, la alimentación es la causa, y a la vez solución, de muchos de los problemas de salud que sufrimos a lo largo de nuestra vida. Por ello, en esta ocasión, queremos hablar sobre la anemia y hasta qué punto está relacionada con una alimentación poco equilibrada.

Pero, si vamos a hablar de anemia, lo primero que tenemos que saber es qué es, qué síntomas tiene y cómo podemos tratar este problema.

¿Qué es la anemia?

Una descripción precisa de la anemia es la que podemos definir así , «La anemia es una afección que provoca la carencia de suficientes glóbulos rojos en un buen estado para transportar el nivel correcto de oxígeno a los tejidos del cuerpo. La anemia, también conocida como nivel bajo de hemoglobina, puede hacer que nos sintamos cansados y débiles.»

En la gran mayoría de los casos, la anemia aparece cuando el organismo sufre una falta de hierro. ¿Por qué? El motivo es que nuestro organismo utiliza el hierro que le aportan ciertos alimentos para generar los glóbulos rojos que transportarán el oxígeno a todos los rincones de nuestro cuerpo. Es esa carencia de oxígeno provocada por la falta de glóbulos rojos la que genera un cansancio constante contra el que parece muy difícil luchar.

Habitualmente, esta falta de hierro viene provocada por una pérdida regular de sangre – menstruación -, embarazo, factores genéticos, problemas para absorber el hierro de los alimentos o, simplemente, por una alimentación baja en hierro.

Anemia

¿Cómo nos afecta la anemia?

Ya ha quedado claro que la anemia provoca cansancio y malestar pero, por desgracia, esos no son los únicos síntomas. Como puede verse a continuación, la lista completa de síntomas es bastante amplia, pero podemos destacar el estrés, el insomnio y los mareos como algunos de los síntomas más habituales:

  • Cansancio
  • Debilidad
  • Un latido cardíaco irregular
  • Dificultad para respirar
  • Dolor en el pecho
  • Mareos
  • Problemas cognitivos, incluyendo dificultad para concentrarse y trabajar
  • Manos y pies fríos
  • Dolores de cabeza

¿Cómo afecta la alimentación a la anemia?

Como comentábamos hace unos párrafos, una alimentación deficiente o poco equilibrada puede dar lugar a problemas de anemia. Esto ocurre cuando no incluimos alimentos que incluyan hierro o vitamina B12 en nuestros platos de forma regular ya sea por desconocimiento o porque hemos sustituido esos platos por otros menos saludables. Por supuesto, y como hemos comentado varias veces, el primer paso para evitar problemas de salud relacionados con la alimentación es eliminar por completo la bollería industrial, el tabaco y el alcohol.

Sin embargo, hay casos en los que algunos alimentos que consideramos saludables pueden provocar problemas relacionados con la absorción normal del hierro. Vamos a destacar algunos de ellos, aunque llegado el caso, es recomendable analizar la situación y patología de cada paciente de forma individual:

Café y té. Se ha comprobado que el consumo excesivo de café o té puede llegar a bloquear la absorción de hierro.
Chocolate negro. Al igual que ocurre con el café y el té, su consumo excesivo impide la correcta absorción del hierro y la vitamina B12.
Lácteos. El calcio se une al hierro en los alimentos y puede provocar una absorción deficiente en casos muy concretos.

Carne roja

Alimentos con los que potenciar la ingesta de hierro

Al igual que algunos alimentos pueden bloquear u obstaculizar la ingesta de hierro, otros muchos alimentos pueden ayudarnos a poner fin a la anemia. Vamos a destacar algunos de ellos aunque, como siempre, os aconsejamos acudir a una clínica de nutrición especializada para que hagan un estudio completo de vuestras necesidades.

  • Lentejas. Las lentejas son el alimento con más hierro que existe. Por cada 100 gramos de lentejas, tomaremos unos 7 mg de hierro.
  • Frutos secos. La mayor parte de los frutos secos son una gran fuente de hierro.
  • Hígado. El hígado es la carne con mayor cantidad de hierro pero, en general, todas las carnes aportan el hierro que podamos necesitar.
  • Quinoa. De entre todos los cereales integrales, la quinoa es la mayor fuente de hierro que podemos encontrar.
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